Rábano, cilantro, lechuga, repollo, brócoli, coliflor, zanahoria, remolacha, berenjena y espinaca... Las hortalizas son las reinas de los cultivos de ciclo corto.
Los resultados se pueden ver entre 30 y 150 días en promedio, dependiendo del clima y de las características del suelo. Muchos agricultores los prefieren porque, generalmente, brindan productos básicos para la canasta familiar y, algunos, ya cuentan con un mercado amplio y establecido.
En los cultivos de ciclo corto o transitorio, explica Ángela María Álvarez, ingeniera agronoma, se clasifican todos aquellos que tienen un máximo de seis meses de período vegetativo.Permiten tener altas densidades de plantas en un terreno.
En los de lechuga, por ejemplo, se pueden sembrar 130.000 por hectárea. Aspecto que tiene ventajas y desventajas, pues pueden arrojar buena productividad, pero se requiere de suficiente mano de obra e, igual, la retribución depende del valor de comercialización.
Pero no por ser tan rápidos implican pocos cuidados. Para lograr buenos resultados, lo primero es ponerle atención al suelo. Debe estar en una buena condición, con materia orgánica suficiente para que "arranquen como debe ser".
Los suelos deben tener texturas francas y la viabilidad de la semilla tienen que analizarse. Además, hay que enterarse del período de germinación, al igual que de los requerimientos nutricionales de cada cultivo.En general, los de ciclo corto requieren de buenos contenidos de materia orgánica. "Es importante hacer, para el manejo de plagas y enfermedades, un manejo biológico", añaden los expertos.
4 oct 2008
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